Túrin Turambar

Pero asombro de todos;
ya no quiere soñar.
Se acabaron los cuentos de luz y de magia,
el jinete y su lanza,
el dragón infernal, 
y la nave que representa la libertad.

Los salones de Moria se han quedado pequeños;
el río, el valle y la ciudad de los hombres,
bajo el cielo de Gondor
ya no hay más horizontes.

Él ya no quiere ser huésped de los reyes del norte,
de las gentes sencillas de la vieja comarca,
ni acampar junto al río 
donde susurran los árboles.

Quien fuera Túrin Turambar,
burlador de serpientes,
el guerrero valiente 
de las Tierras de Aquende
al otro lado del mar.

Quien pudiera gozar 
del mortal privilegio.
Ser verdugo de amigos,
a su hermana amar,
haber sido testigo 
de crímenes sin igual.

Quien pudiera encontrar
los motivos bastantes,
para hablar con la espada 
de sus grandes desastres.

Y a la hora de la muerte,
escoger fecha y lugar.





Comentarios

Entradas populares de este blog

Relato

Paula

Sueño involuntario